Reflexiones de un intelecto mejorable

29 septiembre 2006

Maestros y directivos

En mi familia hay numerosas personas que se dedican a ejercer el magisterio en primaria, asi que estoy algo familiarizado con ese mundillo.

De las "cosas de maestros" que cuentan, hay una que me parece llamativa. En algunos centros se establece una dura competencia entre varias personas por ser miembros del equipo directivo (Director, Jefe de Estudios y Secretario); sin embargo, existen otros centros en los que nadie quiere ocupar esos cargos.

El equipo directivo, como es sabido, esta formado por maestros pertenecientes al centro. Dadas las caracteristicas de estos puestos, hacen falta habilidades y conocimientos muy distintos para ser jefe de estudios, secretario o maestro. Alguien puede ser un excelente secretario o jefe de estudios pero un pesimo maestro; sucede lo mismo para un director. Y alguien puede ser un extraordinario maestro pero no estar preparado (o no tener interes) en desempeñar ningun cargo directivo.

¿Por que no hay tanto una titulacion como un proceso de seleccion diferente para los cargos del equipo directivo y para los maestros? Por supuesto que todos ellos tienen que tener una serie de conocimientos en comun sobre educacion y pedagogia (igual que un oculista y un traumatologo), pero creo que las diferencias del puesto de trabajo lo justifican. Y de este modo, tambien se evitarian las tensiones y disputas en los centros por tratar de ser (o por evitar ser) miembro del equipo directivo.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

El otro día hablando con un amigo profesor de universidad me comentaba que en el modelo actual tenías que investigar y publicar para poder quedarte en la universidad como profesor cuando había mucha gente que odia enseñar y lo que quiere precisamente es investigar mientras que a otros les encanta enseñar y tienen poquísimo interés en estar perdiendo el tiempo para publicar o investigar (se han hecho sinónimos en España lamentablemente), pero que es imposible salirse de la rueda y tienes que entrar por el aro, y es lo que hay.
Y encima está el problema de la dirección/gestión que es exactamente igual que lo que planteas en primaria.
La separación de procesos selectivos estaría muy bien como dices. O tal vez la idea de crear un profesional especializado en una cosa y no hacer que "sepas un poco de todo" pero un mucho de nada. Lo que pasa es que supondría cambiar tantas cosas... y el tema no es hacer una nueva reforma educativa (¿y van cuántas?) que al final no toca nada en profundidad sino cambiar muchas cosas de raiz. Yo soy pesimista.

29 septiembre, 2006 23:43  
Anonymous Anónimo said...

Uy, uy, uy! Tocas un tema bastante polémico. En los últimos años la Comunidad de Madrid ha establecido un sistema de habilitaciones para ser director de centros de enseñanza. Ya no basta con que te vote el claustro como ocurría antes, sino que ahora es la Comunidad de Madrid la que, en teoría, elige a un director entre todos los habilitados. Digo en teoría porque en la práctica en la mayoría de los centros lo que se ha hecho ha sido ir renovando al último director, siempre y cuando aprobara la habilitación.
Lo de la habilitación consiste en presentar una memoria del centro. El año pasado pude ver cómo se preparaba una de estas memorias y comprobé que se trata poco menos que de un trámite.
Conozco únicamente un caso de director "inhabilitado" y, casualmente, tiene cierto tufillo a enchufe. El director suspendido tenía amplia experiencia, el centro funcionaba sin incidencias destacables y todo el claustro apoyaba su gestión. La persona designada por la Comunidad de Madrid resultó estar bastante metida en política y, además, se encontró con todo el claustro de uñas.
Por supuesto, un caso no es significativo, así que desconozco si es práctica habitual suspender a directores conflictivos (esto es, que incordien a la administración) o a aquellos que ocupan plazas deseadas. También desconozco si esta práctica de la "habilitación" es exclusiva de la Comunidad de Madrid o viene marcada por alguna ley educativa. Lo que sí creo es que para dirigir un centro educativo es necesario tener experiencia docente porque surgen en el día a día numerosos problemas con profesores, alumnos y padres que sólo un docente acostumbrado a lidiar con ellos desde un aula puede resolver con solvencia.
Igualmente, creo que para ser jefe de estudios también es imprescindible haber pasado por la docencia.
En lo que sí estoy de acuerdo es en la necesidad de "profesionalizar" al secretario. Se trata de un cargo de pura gestión que se encarga de dirigir a todo el personal no docente y, más importante aún, de llevar toda la contabilidad del centro y administrar los escasos recursos económicos. No veo, por tanto, la necesidad de que esta figura sea desempeñada por un docente. Al contrario, el perfil adecuado para ese puesto es el de un gestor puro y duro, con conocimientos de recursos humanos y presupuestación.

09 octubre, 2006 19:23  
Anonymous Anónimo said...

En cuanto a la universidad, bueno, veo dos problemas.
Por un lado, resulta lamentable que la única forma de investigar en este país sea desde la universidad, pero creo que ahí estamos chocando de frente con la resistencia de la empresa privada a invertir en I+D+i. En principio, no me parece mal que un profesor universitario esté obligado a investigar porque es el único modo de que se mantenga al día en su especialidad, lo cual me parece imprescindible (¿cuánto puede evolucionar la ciencia o la tecnología en veinte años?). El problema es que no veo la necesidad de que un investigador se vea obligado a dar clase, lo que nos lleva de vuelta al problema de la falta de inversión privada en I+D+i.

Por otro lado, existe una tendencia muy acusada a que las universidades estén regidas por catedráticos provenientes de carreras de humanidades. El hecho de investigar no supone lo mismo en ciencias que en letras. Un filólogo apenas tendrá necesidad de fondos para su investigación, mientras que un químico puede precisar la compra de aparatos de cientos de miles de euros. Manejar tal cantidad de dinero debería suponer, como mínimo, la existencia de auditorías de gasto, así como de gestores especializados y dedicados en exclusiva a llevar las cuentas de cada departamento universitario.
De todas formas, si no me equivoco las universidades tienen autonomía para contratrar libremente a su personal, así que el rector de turno podría muy bien descargar a los investigadores de todo ese maremagnum de papeleo y contabilidad creando un cuerpo serio y eficiente de gestión.

09 octubre, 2006 19:33  

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