Reflexiones de un intelecto mejorable

31 agosto 2006

Creatividad

Atravesaba una zona de mi pueblo que se utiliza dos dias a la semana para albergar un mercadillo, y observe que alguien se habia dedicado a combinar las letras del cartel que lo avisa, acompañando a una señal de prohibido aparcar, de forma que en vez de "reservado mercadillo" ahora se puede leer "reservado cerdillo".

Es una costumbre muy extendida, y que a menudo consigue arrancarnos una sonrisa, esta de modificar carteles o señales para cambiar el significado de lo que dicen; muchas veces con contenidos obscenos o malsonantes: el que tapa el palo de la R en "Ruta monumental", el que añade un rabito a la "c" de "Aparcamiento" y la convierte en una e, el que dobla la servilleta en la que pone "Gracias por su visita" dejando a la vista solo las letras en negrita. Otras veces la gracieta es mas apta para todos los publicos; el tan manido "Pidan que los niños viajen solos" de los ascensores o el que reordena las letras de la pegatina de "TURBO" a "BRUTO".

Esta refexion me ha llevado a recordar una noticia que escuche hace tiempo de un grupo que se llama "Red Retro", y se dedica a renombrar estaciones de metro de Madrid. El diario 20 minutos ofrece esta fotogaleria, en la que se recogen algunos de los cambios.

Si no estamos a la cabeza del mundo en I+D tiene que ser por falta de inversion. En cuanto consigamos reconducir todos estos talentos desaprovechados a laboratorios, bibliotecas y otros centros de estudio, seguro que empiezan a llover los Premios Nobel.